El hombre que ganaba por cansancio


Iván Ferreyra fue gerente de una whiskería, vendió cestos de basura y lapiceras. Fue portero de edificio e hizo crucigramas. Fue un mentiroso escritor de horóscopos. Pero nunca trabajó. El registro de su vida no tiene un lomo de cuero ni papel de voto, está en libretas de rezagos de imprenta. Una vida miserable mezclada con euforias económicas. De pan duro a lomo con papas fritas. Tenía una historia y la contó en El Resentimiento. Ahora los que se quieren suicidar son otros. Ahora el hombre que gana por cansancio es un perdedor con dignidad. Un antropólogo ciego que se guía con el sentido. Con el dolor ajeno, con las escenas de la Córdoba de hoy, conservadora, que no regala emociones pero las deja en cada esquina.El hombre que ganaba por cansancio, la segunda parte la trilogía, nos devuelve al mejor border, un Iván Ferreyra que escapando al espíritu redentor de las nuevas generaciones, deja la vida en el relato, como un vampiro desterrado de la noche.


Arte de Tapa: Carmen García Núñez


Almacén de la memoria - Casa de Pepino
1º de Noviembre.
Fructuoso Rivera y Belgrano. 20 hs.
Presentan
Max Delupi y Agustín DiToffino
Actúa el cuerpo de baile de Apadim coordinado por Sonia Gutiérrez.

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